CARACTERISTICAS DE UN SOFTWARE EDUCATIVO

STORY JUMPER:Mientras en Storybird, un buen sitio para contar historias y colaborar, no se permita el uso de otros idiomas como el castellano, habrá que buscar otras oportunidades. Es cierto que después de las últimas noticias podemos esperar tranquilos, porque el próximo año esa posibilidad ya será una realidad. Al menos así lo han comunicado sus responsables. Pero, en la espera de ese día, StoryJumper se presenta como una opción muy interesante para desarrollar la creatividad y la escritura mediante el uso de las nuevas tecnologías.
Con StoryJumper tenemos una herramienta para desarrollar la escritura de historias y la creatividad, pero también un sitio para la publicación de los relatos de nuestros alumnos. Permite a cualquiera crear y publicar un libro infantil, tanto en línea como en tapa dura (en este caso, previo pago).
En definitiva, aunque este sitio está en inglés, como la mayoría de los recursos de la denominada Web 2.0, podemos crear con facilidad libros digitales, una vez que nos hayamos registrado. Como el registro que requiere es muy sencillo, en pocos minutos se puede empezar a utilizar. En otro post anterior citamos sus principales características, que son las siguientes:
  • En una serie de pasos guiados permite que cualquier historia se convierta a un formato digital de tipo flash, aportando tanto las imágenes (props) como algunas sencillas herramientas de texto. Además, incluye un conjunto de plantillas para crear las primeras páginas de la historia.
  • Por otro lado, es posible subir otras imágenes desde el ordenador, e incluso retocarlas, con lo que se amplía el número de posibilidades de creación.
  • Tiene una faceta orientada al mundo educativo y al profesorado, ya que se puede registrar el aula, y por eso dispone de una guía online (en inglés, claro) para favorecer la creatividad infantil.
  • Por último, tiene una ventaja muy interesante: algunas obras son públicas, de libre uso. En consecuencia, podemos modificarlas según nuestras necesidades y guardarlas como si se tratase de un libro totalmente nuevo.
La aplicación permite ser configurada para que un profesor realice actividades con su clase. Para esta manera de trabajar, digamos online, se pueden asignar automáticamente nombres a las pantallas de los equipos, teniendo en cuenta los alumnos que vayan a utilizarlos. Así se incrementa la seguridad en los trabajos y en el uso de los ordenadores. Y el profesor, si lo considera oportuno, puede decidir si desea permitir el acceso en casa a las historias que se están creando. Esta posibilidad facilita la colaboración de las familias en el aprendizaje.
Es evidente que si se configura de este modo la herramienta, las experiencias en el aula resultarán más colaborativas, y seguramente mejorará la calidad de las producciones escritas. En el aprendizaje de la escritura, antes de usar los ordenadores, será necesario favorecer determinados procesos de creación de historias. Y creo que en estos procesos encaja muy bien el uso de los borradores de escritura. Después, con los equipos preparados para trabajar en parejas, los alumnos estarán en condiciones de iniciar sus proyectos en este sitio Web.
Este procedimiento de trabajar en línea es muy útil para conocer el funcionamiento de esta herramienta. Por ejemplo, para aprender a seleccionar fondos y el empleo de cajas de texto. En ese sentido, se puede cambiar el tamaño, rotar o voltear escenas, objetos y cuadros de texto, crear una portada y una página de dedicatoria. También se pueden agregar fácilmente nuevas páginas y moverse entre ellas. Y nuestras propias fotos se pueden subir para utilizarlas, si así lo decidimos, como escenas u objetos de las historias.
Cuando descubrí que algunas de las publicaciones que se presentan en StoryJumper podían ser personalizadas, entré de lleno en la tarea. Explorando un poco, tropecé con la versión en inglés de un cuento popular del Japón, Momotaro. Utilizando la versión en castellano que cito y enlazo, preparé una nueva versión, al tiempo que me ayudaba a conocer las características de la aplicación.

Una vez que el proyecto se lleva a cabo, hay que decidir con quién compartir la historia y el libro. Los trabajos se pueden mantener privados o compartirlos con amigos y familiares, que es la opción que más nos conviene en este caso. Por eso son presentados en la biblioteca pública de la herramienta. Y por un precio, más o menos razonable, los padres también pueden adquirir un libro de tapa dura con el trabajo publicado de sus hijos.
En su día, al tratar las posibilidades de la narrativa digital, nuestra compañera Olga Catasús nos envió una historia elaborada con esta aplicación para su aula de educación infantil. Se titulaba El pingüino fugado, y aprovechamos de nuevo la ocasión para presentarla.
Pero no todo va a ser positivo, ya presenta un inconveniente importante: no permite incrustar nuestros libros digitales en un blog o en una web. Habrá que colocar algún enlace para que los puedan leer otros usuarios de la Red.

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